... y caperucita volvió a internarse en el bosque,
no por casualidad volvió a encontrarse con el lobo;
se acercó a el y le susurró:
... te extrañaba
... Musa de Morfeo.
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No soy, ni siquiera existo.. sólo soy un producto de mi imaginación y las pinceladas que un tal Morfeo no pudo dominar.